Cómo es una sesión fotográfica de embarazo en casa
Una habitación pequeña, una cama, un espejo y siete fotos distintas
Cuando fui a casa de Gemma para hacer una sesión de foto de embarazo, el único espacio apto para hacer fotos era su dormitorio. Todo un reto: crear fotos en la misma estancia transmitiendo la sensación de estar en diferentes escenarios.
Primero hicimos algunas fotos con Gemma sola, muy minimalistas. Como vestuario elegimos una camiseta y unas braguitas negras. Quería enfocarme en la belleza de Gemma, en su cara, su mirada.
Además, Gemma es seguidora del movimiento “positive body”, por eso quería crear unas imágenes de ella muy naturales y que enseñaran la belleza de una mujer embarazada. Usando ángulos y planos diferentes, conseguí crear diversidad en las fotos.
Como sé que los niños se cansan muy rápido en las sesiones fotográficas, inmediatamente después hicimos los retratos familiares. Para apaciguar a Leo, el hijo de Gemma de 4 años, le propusimos subir a los hombros de su padre mientras daba besos a su mami, un truco que no suele fallar para calmar a los niños inquietos.
También, hicimos una batalla de cosquillas en la cama.
Para añadir magia a la típica imagen del niño besando la barriga de su mamá, usé un foco de luz cálida creando un reflejo que acentúa más la conexión madre hijo.
Cuando Leo ya estaba entretenido con sus dibujos animados, pude dedicar tiempo a los padres. Use un espejo para crear el efecto de “mirar por el ojo de cerradura” para el espectador y para la pareja también, porque al final es más fácil expresar emociones cuando no eres consciente de que hay una cámara.
